domingo, 9 de diciembre de 2012

Dulce, dulce, la noche negra, nadie va a decirle nada,
mientras caminas se hace la vida y las gotas se suspenden sobre tus días soleados, mira!
no es necesario que te sientas así, ¿para que estar pensando en mas vacios?
si tu fuego se hace azúcar cuando recuerdo tus terminaciones nerviosas
no te arrepientas de algo que fue subliminal,
en esas calles de hospitales tétricos
no cierres estas casualidades que son vida instantánea
vida y calor de noche azucarada
dulce suavidad que se ha permitido este encuentro súbito
en la marejada de una noche de pocas gotas, arbolitos salvadores,
energía que se encuentra después de haber cambiado varias veces de forma.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Apareció primero la entidad masculina
la cara estaba completamente repleta de azul
con puntos y lineas cortas que tenían otras tonalidades
pero que le cubrían totalmente la cabeza y dibujaban mensajes incomprensibles
creo que no tenia ojos, su boca y el resto de su rostro estan ahora borrosos
era un ser antropomorfo y era endemoniadamente grande
parecía quejarse de la ausencia de muerte en ese conflicto;
de pronto como si mis ojos dejaran de hacerlo realidad desapareció.
Luego entraron en la escena dos entidades femeninas,
hablaban también molestas, andaban juntas con algo o alguien entre ellas
en un momento me pareció reconocer una voz
que salio de mi garganta enfurecida en otro tiempo
estas entidades avanzaban hacia mi
con la cabeza cubierta también de una tela menos o mas azul, tal vez era su piel
pero con los geroglificos que se dibujaban completamente alrededor
gritaban, dialogando en un idioma muy diferente
luego desaparecieron igual.
Al ver el fondo y a lo lejos una sombra empezó a correr paralela al horizonte
entonces se curvo hacia mi, tenia una forma conocida, esa que le han dado
las visiones humanas de siempre.
No me moví deje que me atravesara, fue un leve soplido que siguió de frente.
Amaneció y me despertó la llamada, tenia que estar ya en el lugar sin desayunar,
un día antes este amigo me llamo pidiendo el favor de acompañarlo solamente.
Llegue a su casa y esperamos a alguien mas, todavía no sabia lo que se tenia que hacer,
tomamos entonces los carros que nos acercaron a un montón de gente que estaba reunida bajo esteras improvisadas,hablaban de una resolución que había sido amañada por el otro bando a quien llamaban "div. niño"quienes según ellos habían invadido su invasión, hablaban de la vía judicial y de un plantón en el centro de la ciudad, pero los dirigentes estaban inquietos (ya habían contratado matones) porque querían tomar su antiguo local a como de lugar, así que encontraron el momento preciso.
Mientras la gente decía que "para que seguirles la corriente" "para que pisar el palito de su provocación "
se desato entonces la gresca y poco a poco todos nos incorporamos subiendo un montículo de tierra hacia ellos, haciéndolos retroceder, quemando su supuesto triunfo, haciendo trizas la música que enchufaron en ese cuarto que luego lo destruyeron a puro odio y fuerza bruta. La turba estaba enardecida, entonces ya no reconocían nada, su propósito único era desaparecer todo vestigio de los supuestos  invasores, así que estaban desconocidos, cogieron palos, piedras, fierros y se lanzaron a su batalla a ciegas, en su furia estaba lo de perder territorio, lo de perder dinero, lo de perder el trabajo, pero en el fondo era no perder los dos o tres lotes que cada uno ambicionaba...
Entonces soltaron a su animal asesino, predador, invasivo, pero un animal que no mata solo para alimentarse, sino para satisfacer necesidades banales  y programadas por la pantalla que encienden todos los días, la ambición que te dice que hay que solo acumular, sin medir, porque tienen bien metida en la cabeza esa idea absurda de que el que mas tiene es superior. Una estupidez absoluta los movía por la tierra desértica  que estaban pisoteando y de la que ya creían ser dueños y señores.
Los seguí con la ambición también estúpida de capturar esa especie de guerrita entre dos bandos que eran lo mismo en el fondo.
Ahora hablan, se reagrupan, ya los corrieron a los otros, ya llego la policía, ya hubo un par de balazos, ya están al otro lado de la carretera, ya no se van a mover de ahí,  ya han fisurado un par de costillas, ya han lanzado piedras a un par de columnas humanas, ya han revolcado y humillado con una mirada perdida a su propia especie.
Subí la avenida de noche, y una sombra estaba siguiéndome, sentí su aura densa y enemiga. Cuando volteaba no podía ver su rostro, fue así un par de veces, después  desapareció. Era el aviso de la turba que iba venir hacia mi, enceguecida, gritando: ¡Que quieres aquí!  ¡Que quieres aquí! ¡Porque haces eso! vociferando y emulando un nombre que se les imprimió cuando nacieron y que ellos han aceptado sin chistar.