sábado, 23 de enero de 2010

Son, del tintinear las corazonadas
las mañanas donde la campana se invierte
el auricular recibe incipiente lo que cae
tumbas y escaleras debido al croar de esta media otra
los relampagos que te devuelven
indeterminado de dulces
que el paladar repasa en diapositivas
esta tardanza comienza a derretirse
sin las sensaciones del pez
que nada corriente arriba

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